Hay que empezar por definir qué no es: no es un mero papel necesario para cumplir un requisito que fija el Reglamento a la Ley de Contratación Administrativa y que se “llena” por protocolo. Por el contrario, de lo que se trata es de un documento, el cual recoge la radiografía de lo que será la contratación y el cual implica un banderazo de salida; cuando decimos “ok, hemos verificados los aspectos básicos y estamos listos para arrancar este proceso de compras”.